Esta historia comienza en un pueblo muy lejano hace ya mucho tiempo, en la época de las brujas, los ogros y la fantasía.
Había un jinete apodado Cabezón, este jinete era muy feliz con su cabeza. Estaba orgulloso de ella y su sano color anaranjado, pero nada es para siempre,
NI SIQUIERA LA FELICIDAD DE UNA CABEZA ANARANJADA.
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